Tu cadáver era un poema triste
escrito por una mano sucia.
Mirándote, pensé en los errores de Dios.
Bajo tus parpados, solo sombras y furia,
…en tu boca unas letras derramadas,
y tu alma, ah, tu alma no cabía en el sepulcro,
la vi emerger con alas enormes
por encima de la escoria humana
como solo un hombre grande y libre
cruzaría su última tormenta :
jamás arrodillado ni cautivo.
Gracias por la eufórica aventura de tu amistad,
por la ilimitada alegría y el abrazo.
Niño desobediente que jugaba con tigres
Alfarero del viento y del agua
Amigo, camarada , compañero
Caminaré descalza sobre tu corazón
Para no despertarlo
del sueño eterno
donde mora tu espíritu.
TU AMIGA,
MARCELA E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario